La reciente guía del BCE sobre NPL´s pretende mejorar la supervisión y control de estos activos bancarios a través de la identificación, medición, gestión y saneamiento de los mismos. También promueve tanto el desarrollo de sus mercados secundarios facilitando la transferencia a terceros en toda la UE, como el cobro de deudas (créditos al consumo de momento excluidos), permitiendo recuperar la garantía de forma rápida, sin tener que pasar por los tribunales y a través de una ejecución extrajudicial acelerada.
En el caso concreto de España, aconseja una cobertura mínima por provisiones del 60% para los NPL con garantía o colateral (préstamos hipotecarios) para 2020, con un camino de ajuste lineal hasta la cobertura total en 2024. El requisito es más exigente para los NPL sin garantía, ya que para los que tienen más de dos años recomienda una cobertura del 70% el próximo año y cobertura completa en 2023. Asimismo, se piden provisiones adicionales para los préstamos que pasen a ser considerados morosos.
Aunque la guía no es vinculante, las desviaciones deberán ser explicadas si lo solicita el supervisor que podrá adoptar las medidas correctoras que procedieran dentro del Proceso de Evaluación y Revisión Supervisora (SREP).